
Flor de mar
La ciudad se ha quedado vacía y fría.
Una vez más, la primavera nos engaña
con la soberbia de sus tardes de asalto.
El río que atraviesa la ciudad
no me lleva al Papaloapan,
hacia ti, que dormida nos esperas.
Flor de profundo azul,
el poema llega muy tarde
y no me consuela,
es un pretexto para decir te quiero,
sólo sirve para hacerlo cachito
y revolverlo con las migajas de pan
que le tiro a las palomas.